Las Personas con Discapacidad
y el desafío de alcanzarlos para Cristo
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La iglesia cristiana enfrenta el desafío de incluir plenamente a las personas con discapacidad, reflejando el amor de Cristo y asegurando que el mensaje del evangelio llegue a todos, sin excepción.
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Autor: Por Pr. y Dr. Miguel Misson
Introducción
En un mundo marcado por constantes transformaciones, la iglesia cristiana se enfrenta al desafío de mantenerse firme en los principios bíblicos eternos mientras responde a las realidades cambiantes de nuestra sociedad. Uno de los campos donde esta transformación es más evidente es en la manera en que abordamos la discapacidad. En las últimas décadas, han habido avances significativos en la integración de las personas con discapacidad en áreas como la educación, el trabajo y la vida social. Sin embargo, como comunidad cristiana, debemos reconocer que aún estamos rezagados en cuanto a la plena inclusión de estas personas en la vida eclesial. Es fundamental que cuestionemos y superemos los paradigmas tradicionales que han considerado a las personas con discapacidad como seres inferiores, y que, en cambio, adaptemos nuestras estructuras y prácticas para alcanzarles con el amor de Cristo.
La Inclusión de las Personas con Discapacidad en los Esfuerzos Evangelísticos
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 10% de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad. Además, un alto porcentaje de estas personas se encuentran en condiciones de extrema vulnerabilidad económica y social. Si bien se han logrado avances en algunos ámbitos, sigue siendo una gran realidad que muchas personas con discapacidad no están siendo alcanzadas con el mensaje del evangelio. Es imperativo que la iglesia reconozca que todos, independientemente de nuestras limitaciones físicas, sensoriales o intelectuales, necesitamos la salvación que solo Cristo puede ofrecer (Romanos 5:12). Este desafío no es solo un asunto social, sino un mandato bíblico: llevar el evangelio a todos, sin distinción (Mateo 9:2).
¿Por qué evangelizar a las personas con discapacidad?
1. Todos somos pecadores, con o sin discapacidad
Existe la idea errónea de que las personas con discapacidad son seres puros o libres de maldad. Sin embargo, la Biblia es clara al afirmar que todos, sin excepción, estamos separados de Dios y necesitamos la redención que solo Cristo puede ofrecer (Romanos 3:11-12). La discapacidad no es sinónimo de pureza, sino parte de las realidades que resultan del pecado en un mundo caído.
2. El mensaje de salvación es para todos
El evangelio no distingue entre las personas con o sin discapacidad. La gracia de Dios, por medio de la obra redentora de Jesucristo, está disponible para todos sin excepción (1 Timoteo 2:4-6, Isaías 35:4-6). Dios desea que todos sean salvos, y el mensaje de salvación debe ser llevado sin barreras, sin importar las diferencias físicas, sensoriales o intelectuales.
3. Es nuestra misión predicar el evangelio a todos
Jesús no hizo distinciones en su ministerio, predicando a todas las personas, sin importar sus condiciones o circunstancias. Como iglesia, debemos seguir su ejemplo y ser intencionales en alcanzar a todos, incluidas las personas con discapacidad, con el mensaje del evangelio (Mateo 9:35, Marcos 16:15-16). Cada persona, independientemente de su discapacidad, tiene un valor inmenso ante los ojos de Dios y merece conocer la esperanza de la salvación en Cristo.
¿Cómo debemos actuar para alcanzar a las personas con discapacidad para Cristo?